El MCER y Volume Companion en bachillerato

¡Hola de nuevo!

Esta entrada está relacionada con el TEMA 2: El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Objetivos, métodos y prioridades de la política lingüística europea (MCER). 

De acuerdo con la LOMCE, el nivel de inglés adquirido al finalizar la etapa de bachillerato se corresponde con al nivel B1 establecido por el MCER. No obstante, hasta este año el gobierno no había ofrecido la posibilidad de certificar el nivel al final la etapa. Así pues, considero que es conveniente analizar las características generales del marco y los descriptores específicos de este nivel establecidos en MCER de 2001 y en el Companion Volume de 2018 para compararlo con la realidad que tiene lugar en el día a día del aula de bachillerato.

El primer hecho que captó mi atención es que se supone que alcanzamos el nivel B1 al acabar bachillerato. Sin embargo, todas y todos recordamos 2º de bachillerato como un curso en el que, más que tratar nuevos contenidos, se trabaja en los modelos de examen de selectividad. De ser así, al menos una parte del alumnado podría haber alcanzado dicho nivel durante el curso anterior.

Por otro lado, el MCER, actualizado con la publicación del Companion Volume, clasifica las actividades comunicativas en reception (listening/reading), interaction (spoken interaction/ written and online interaction), production (spoken prudection/ written production) y mediation (mediating a text/ mediating concepts/ mediating communication). Sin embargo, en los centros educativos mantiene el antiguo modelo de clasificación de listening, speaking, reading y writing. La adaptación al nuevo modelo es el primer paso que debe dar nuestro sistema educativo. Este cambio permitiría al profesorado aplicar un nuevo enfoque orientado en la acción, diseñando una serie de ejercicios, actividades y tareas más realistas y con objetivos reales, que estimulen y motiven al alumnado a aprender un idioma, pues no debemos olvidar que, como afirma el MCER, "Cualquier intento de establecer niveles de dominio de una lengua es hasta cierto punto arbitrario, como lo es en cualquier otra área de conocimiento o destreza". A continuación, nos basaremos en el Self-assessment grid del Companion Volume para tratar describir las estrategias y destrezas que se encuadran en el nivel B1 en cada actividad comunicativa.

En cuanto a la actividad de listening, basándome en mi experiencia como alumna  y como profesora, no creo que todos los alumnos que acaben bachillerato sean capaces de comprender tan siquiera la idea principal de un programa. Esto podría achacarse a que un buena parte del profesorado se sigue centrando en cuestiones gramaticales, más aún el último año de bachillerato, antes de las pruebas de acceso a la universidad.

Respecto a la actividad de reading, el alumnado puede entender textos en los que se emplea un lenguaje muy frecuente en su día a día o relacionado con el trabajo/entorno escolar, sucesos, sentimientos y deseos. A pesar de es que estas puedan resultar ser las actividades más sencillas para las alumnas y los alumnos, no debemos extrañarnos si encuentran alguna dificultad en los textos que traten sentimientos y emociones, pues los temas tratados en el aula de lengua extranjera suelen ser más superficiales. Curiosamente, el profesorado tiende a relegar los sentimientos y emociones a los niveles de dominio de la lengua más avanzados.

En lo referente a la comunicación mediante spoken interaction, la alumna o el alumno puede lidiar con la mayoría de las situaciones que pueden tener lugar de viaje, participar de manera espontánea en conversaciones sobre temas de interés personal o cotidianos. Según mi experiencia como profesora y como alumna, la interacción oral es una de las tareas más complejas para el estudiantado español, ya que el profesorado dedica muy poco tiempo a la interacción oral en el aula, lo cual contribuye a aumentar la vergüenza y rigidez de las estudiantes y los estudiantes.

Por otro lado, con respecto a la actividad de written and online interaction, el alumnado es capaz de relacionarse tratando experiencias, hechos, impresiones y sentimientos presentan y puede preparar de antemano, así como pedir alguna aclaración, responder a comentarios apoyándose en elementos visuales. Considero que las y los docentes deberían valerse de las TIC para fomentar la interacción real con estudiantes de otros países, lo cual, sin lugar a duda, resulta más estimulante que las simulaciones de correspondencia.

En cuanto a la producción oral (spoken production) en el nivel B1, las y los estudiantes saben conectar frases de forma sencilla para describir experiencias y sucesos, sus sueños, esperanzas y ambiciones, razonar sus opiniones y planes, relatar historias, el argumento de una historia. Partiendo de mi experiencia como alumna, solo recuerdo haber realizado una presentación oral optativa en la asignatura de lengua extranjera en bachillerato. Así, al igual que en el caso de spoken interaction, considero que el profesorado debería dar más prioridad a la práctica oral en el aula.

La producción escrita (written production), que en este nivel consiste en poder escribir sobre temas cotidianos o de interés, puede resultar más o menos sencilla. Sin embargo, creo que tanto el profesorado como el alumnado podrían beneficiarse en mayor medida del uso de las TIC y recursos audiovisuales y explorar otros formatos de mayor alcance y trascendencia, como trípticos, carteles o infografías, que contribuyen en mayor medida al desarrollo de la creatividad.

Por último, la mediación (mediation), considerada la tarea comunicativa más compleja por englobar las tres mencionadas anteriormente. Como consecuencia, la manera de abordar las tareas de reception, interaction y production en el aula repercute en la actividad de mediación. Así pues, teniendo en cuenta los descriptores del nivel B1, es posible que el alumnado pueda transmitir la información dada en textos informativos claros y bien estructurados que traten temas que le resulten familiares, de interés personal o de interés común (mediating a text). Sin embargo, no nos sorprendería detectar dificultad en el alumnado a la hora de invitar a hablar, argumentar opiniones, corroborar la comprensión de conceptos o repetir parte de lo que alguien ha dicho para confirmar la comprensión mutua (mediating concepts). La falta de fluidez y timidez de nuestro alumnado también influiría claramente en situaciones en las que sea necesario presentar unas personas a otras, intercambiar información sobre prioridades, pedir confirmación y aclaraciones de forma sencilla, además de comunicar la idea principal de lo que se dice sobre temas de interés personal si los interlocutores articulan de manera clara y si la alumna o el alumno que media puede hacer pausas para planificar cómo expresar ideas.

Como conclusión, podríamos decir que la adopción de la clasificación de las actividades comunicativas y los descriptores del nivel B1 del MCER y el Companion Volume para su posterior aplicación en el aula podrían suponer un punto de partida y referente para que el profesorado adopte otras metodologías y un enfoque orientado en la acción que estimulen al alumnado y le permitan alcanzar el nivel de dominio del idioma con el que en teoría finaliza bachillerato. 

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