La Agenda 2030 en un país impuntual

¡Hola a todas y a todos!

La entrada de hoy está relacionada con el tema 1 de la asignatura de las lenguas extranjeras en el contexto español e internacional, que tiene como título La enseñanza de las lenguas extranjeras en el presente modelo educativo, nacional y autonómico. Durante una de las sesiones, realizamos un recorrido histórico de las leyes referentes a las lenguas extranjeras del sistema educativo español, que se caracterizan por su corta vida y por pasar por alto muchos aspectos imprescindibles para mejorar la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas extranjeras.

En primer lugar, nuestro sistema educativo se encuentra en una constante reforma, fruto de los vaivenes de los partidos políticos en el poder, que no cesan en su empeño de elaborar y aprobar nuevas leyes que se centran principalmente en la dimensión económica de la educación e insisten en la necesidad mejorar el rendimiento académico de nuestra población respecto al de otros países europeos y cumplir con los compromisos educativos de la Unión Europea.

Dado que existen diversas publicaciones sobre cómo las leyes educativas nacionales afectan a las materias de las lenguas extranjeras y que las medidas legislativas más actuales parten de las iniciativas de la Unión Europea, en esta publicación reflexionaremos acerca de la enseñanza de las lenguas extranjeras en nuestro país empleando como contrapunto el cuarto objetivo Agenda 2030.

La Agenda 2030 es una iniciativa y un compromiso en el que participan 193 países y que se propone lograr los diecisiete objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para el año 2030. El cuarto objetivo de la agenda es lograr una educación de calidad. 

En el ámbito educativo de la Agenda, se insiste en "reforzar la función que desempeña la educación en la plena realización de los derechos humanos, la paz, el ejercicio responsable de la ciudadanía local y global, la igualdad de género, el desarrollo sostenible y la salud". Sin embargo, contamos con una leyes educativas que apenas mencionan la importancia de los valores y cuando lo hacen, acaban planteándolos como un medio para lograr que los individuos puedan participar en la vida económica. No es extraño que este enfoque, tan poco humanista, promueva unas metodologías activas solo porque los estudios y los gráficos afirman que estas son las más convenientes, sin prestar verdadera atención a lo que ocurre en las aulas. 

Partiendo de mi experiencia como profesora de clases particulares, la mayoría de mi alumnado se centraba en aprobar exámenes escritos y basados en los contenidos del libro de texto. Durante de las sesiones, un alumno de 2º de ESO se esforzaba por memorizar nombres de distintos deportes en inglés, algunos de los cuales no había oído hablar en mi vida. Le pregunté si sabía decir "igualdad" en inglés. Su respuesta fue que no. Le formulé la misma pregunta a mis otras alumnas y a otros alumnos, dos de los cuales cursaban dos lenguas extranjeras, y su respuesta fue la misma. Sin embargo, ¿quién era yo para juzgarles? Estaría dispuesta a jurar que yo misma acabé bachillerato sin haber empleado esa palabra en clase. Esta falta de énfasis en los conceptos más básicos relacionados con los valores y los derechos fundamentales impide el ejercicio de la ciudadanía activa, la igualdad de géneros y colectivos vulnerables, el desarrollo sostenible y la adquisición de competencias para acceder al empleo, entre otros objetivos de la Agenda 2030.

En este objetivo de la Agenda, se insiste en la importancia de adquirir conocimientos, capacidades, valores y actitudes que permitan al alumnado "asumir un papel activo, tanto en el ámbito local como a nivel global". Como explicamos en el párrafo anterior, la utilización del libro de texto como herramienta principal y el foco en la gramática y contenidos escritos, que sigue siendo una realidad en muchas aulas, hace que la tarea de educar a unas alumnas y unos alumnos que asuman un rol activo y emprendedor se antoje casi imposible. En su lugar, nos encontramos con estudiantes pasivos, cuya preocupación es aprobar un examen escrito, basado en la repetición de fórmulas gramaticales y la corrección. Esto también se contradice con la prioridad de la fluidez por encima de la corrección que figura en varias de las leyes de nuestro sistema educativo, como la Ley General de Educación (LGE) de 1970 refiriéndose a BUP, la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) de 1990 refiriéndose a bachillerato, o la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) de 2013

La Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006, por su parte, menciona la necesidad de expresarse con fluidez y corrección en la lengua extranjera, aunque todos sabemos que para que el alumnado gane confianza al expresarse en un idioma y consecuentemente, fluidez, es necesario pasar regular nuestro nivel de corrección y pasar algunos errores por alto en un principio.

Otros de los elementos mencionados en la Agenda en cuanto a educación son la comprensión intercultural y la educación para la comprensión internacional. A pesar de que en los últimos tiempos las leyes educativas consideran  la comunicación con el exterior, el plurilingüismo y el pluriculturalismo una prioridad, existe un olvide e incluso menosprecio hacia la pluralidad lingüística y cultural existente en nuestro país. Nuestros legisladores y nuestras legisladoras han olvidado que las iniciativas europeas en la educación y más concretamente en la enseñanza y idiomas tiene como objetivo que los ciudadanos europeos podamos enriquecernos de la diversisdad lingüística y cultural de nuestro territorio. Afirmar compartir esta visión sin respetar ni valorar las diferencias lingüísticas y culturales más cercanas resulta tremendamente contradictorio.

En conclusión, podríamos decir que la enseñanza de lenguas extranjeras en nuestro país se ha visto dificultada por las frecuentes reformas educativas, su focalización en la dimensión política, la falta de reconocimiento de la diversidad cultural y lingüística de España y la persistencia del papel pasivo del alumnado en los centros y que un sistema educativo basado en valores y las metodologías activas son el único camino para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.



Comments

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  2. Hola Raquel! Me ha gustado mucho la manera en la que te has referido a distintos temas en un mismo artículo. Me gustaría comentar algunos de esos aspectos que tu mencionas. Como bien dices al principio del artículo, en España se han llevado a cabo muchas reformas educativas, enfocadas siempre a la ganancia económica. Para ello, se toman como referencia los sistemas educativos exitosos de otros países. A mi me llama la atención esa necesidad de “copiar” a los demás. Es cierto que sistemas educativos como el de Finlandia o Corea del Sur son muy buenos, pero no hay que ignorar el hecho de que cada país tiene, junto con su sociedad, unas características determinadas. En otras palabras, un sistema educativo efectivo en un país no tiene por qué ser necesariamente efectivo en otro.

    También quiero destacar el tema de los valores. Creo que el problema radica en que, como todo, se dice y se propone inculcar valores para que el alumnado ayude a configurar, como se diría en la LOE, una sociedad de ciudadanos ejemplares. Sin embargo, son pocos los que finalmente se atreven a darle la misma o incluso más importancia a los valores, que siempre estarán presentes en nuestra vida, que al resto de asignaturas.

    En cuanto a la experiencia personal que has contado, tenemos, como bien dices, la extraña tendencia de aprender cosas que no necesariamente se aplican a nuestra vida diaria. De hecho, nos centramos tanto en aprenderlo todo de la lengua meta que memorizamos palabras que prácticamente no se usan, o que a lo mejor no sabemos como se dicen siquiera en nuestra lengua materna. Al centrarnos en este tipo de aprendizaje, tanto dentro como fuera del aula, fomentamos ese rol pasivo y la mentalidad de querer aprender por aprobar, más que por por adquirir eses conocimientos que nos permitan comunicarnos con fluidez sobre aspectos comunes en nuestra vida diaria.

    Finalmente, concuerdo totalmente con lo que has nombrado sobre el plurilingüísmo. Tal y como hemos visto recientemente en clase, en las Escuelas Oficiales de Idiomas se ofrecen idiomas como el chino, el coreano o incluso el árabe. Pese a que me parece extraordinario que se enseñen estos idiomas, me desmotiva el hecho de ver como, por lo menos aquí en Galicia, no tenemos manera de aprender idiomas tan cercanos como el euskera o el catalán. En otras palabras, deberíamos tener las mismas posibilidades de aprender tanto nuestros idiomas vecinos como los más lejanos, con la misma importancia.

    Una vez dicho todo esto, ¡enhorabuena por la entrada!

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    1. Muchísimas gracias por el comentario, Raquel. Me alegro de que te haya gustado y de ver que más personas comparten mi opinión.

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  3. ¡Hola Raquel!

    Me gustaría felicitarte por tu entrada, en la que reflejas puntos de vista con los que estoy totalmente de acuerdo. Especialmente, opino al igual que tú que la visión mercantilista que observamos en nuestras leyes educativas es excesiva, ya que si bien vivimos en una sociedad capitalista, esta también es diversa y en ocasiones las leyes ignoran que es precisamente en esta diversidad en dónde realmente se encuentra la riqueza de nuestro futuro como país.

    También estoy de acuerdo contigo en que nuestra participación en la Agenda 2030 y, en particular, en lo que concierne a su cuarto objetivo, a través del cual se pretende lograr una educación de calidad, se encuentra llena de contradicciones. Una vez más da la impresión de que la calidad que se persigue en nuestra actual ley educativa, hace más hincapié en los objetivos económicos que en aquellos relacionados con un sistema de valores en los que educar a nuestro alumnado, como parte de una democracia activa y participativa, en la que cada individuo se sienta libre dentro de su diversidad y sus capacidades.

    Gracias por compartir tu visión del mundo caótico que es nuestra legislación educativa, en el que se da más importancia a los intereses políticos y económicos de turno que al sistema de valores en el que educar a nuestra sociedad.

    Un saludo.

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    1. Gracias por tu comentario, Mila. Me alegra ver que hay más gente que comparte esta opinión porque eso significa que a pesar de las dificultades, al menos una parte de la sociedad es consciente de las carencias de nuestro sistema educativo y este es el primer requisito para mejorarlo.

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  4. ¡Hola Raquel!

    Primero un saludo y enhorabuena por tu entrada, me he decantado a dejarte un comentario porque no solo me ha parecido que está muy bien pensada y redactada, sino que has escogido muy bien la información y has dado tu opinión de forma muy interesante.

    Me ha llamado especialmente la atención la parte en la que cuentas que tus alumnos no sabían decir igualdad en inglés. Personalmente, nunca me lo había planteado, ni se lo había planteado a mis alumnas, pero desde mi experiencia sí que me parece muy obvio que el alumnado no está acostumbrado a trabajar las lenguas a partir de temas importantes o de actualidad, que vayan más allá de la ‘ciudad’ y los ‘colores o la ‘comida’, especialmente hasta bachillerato.

    Me di cuenta de esto por primera vez cuando empecé a dar clase de forma más regular, hace ya cuatro o cinco años. De aquellas le daba clase a varias niñas y casi ninguna coincidía ni en edad ni en curso escolar, sin embargo, los temas en los libros eran comunes, no solo en contenidos lingüísticos (el cual es otro debate…) sino que también los temas de ‘vida’ a partir de los cuales se estudiaban. Además, al hablar con las alumnas me daba cuenta de que no sabían casi nada de temas tan relevantes como el calentamiento global, la pobreza o los desastres naturales, por lo que se veía que este problema iba más allá de las asignaturas de lenguas.

    Así, decidí que yo, como profesora particular, sí que podía enfocar los contenidos gramaticales para tratar otros conceptos muy relevantes para el desarrollo de las niñas en sociedad. Desde entonces, he tratado de introducir, principalmente, los objetivos de desarrollo sostenible y los objetivos del milenio en mis aulas, siempre con resultados satisfactorios. Por ejemplo, planteo los 'listenings' y 'readings' sobre conferencias internacionales o artículos relativos a estos asuntos, para luego basar en ellos el 'speaking' y el 'writing'. Por su parte, las alumnas muestran mucho interés por estos nuevos temas, lo cual las motiva, ya que, además, ven la urgencia de informarse sobre ellos. Es más, en muchas ocasiones continúan investigando por su cuenta y acaban enseñándome ellas a mi, lo cual es muy satisfactorio.

    Finalmente, de nuevo, un saludo y felicitaciones, aquí te dejo mi experiencia personal, que espero que te sirva de algo, y continuaremos la conversación en persona, que da para mucho…

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    1. Hola, María. Gracias por tu comentario. Publicar entradas sobre estos temas en el blog es toda una novedad para mí y tu comentario me ha ayudado mucho. Estaré encantada de continuar esta conversación en persona. Un saludo

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